Las válvulas son estructuras que permiten el paso de la sangre entre las cámaras del corazón durante el ciclo cardíaco, se abren y cierran por diferencia de presiones, impidiendo así el reflujo de la sangre a la cámara anterior. En las cavidades izquierdas las válvulas serían la mitral (entre la aurícula y el ventrículo) y la aórtica (por donde sale toda la sangre oxigenada al organismo). En las cavidades derechas las válvulas serían la tricúspide (entre la aurícula y el ventrículo) y la pulmonar (por donde sale la sangre a los pulmones para que se oxigene).
Las válvulas del corazón pueden verse afectadas por varias enfermedades (valvulopatías). Actualmente y debido al aumento de la esperanza de vida de la población, las valvulopatías más frecuentes se deben al proceso de envejecimiento y por ende, les llamamos “valvulopatías degenerativas”, siendo la más frecuente en este grupo la “estenosis aórtica”.
En este sentido resulta importante aclarar otros términos empleados con frecuencia para referirnos a las valvulopatías. Tal es el caso de:
- Insuficiencia: es cuando una válvula cierra mal y parte de la sangre vuelve a la cavidad anterior. Esto, como veremos más adelante puede ser por varias causas (infección de la válvula o endocarditis, degeneración propia de la edad o valvulopatía congénita).
- Estenosis: tiene lugar cuando el orificio de salida se hace más estrecho (varias causas igual que lo anterior)
- Doble lesión: cuando una válvula está estrecha y a la vez presenta defectos en su cierre.
¿Cuáles son síntomas habitualmente comunes en las enfermedades de las válvulas?
1- La disnea “sensación de falta de aire o ahogo” que inicialmente es al esfuerzo, y puede ir aumentando de intensidad hasta aparecer con esfuerzos ligeros como las actividades cotidianas o del hogar.
2- El dolor torácico, que también aparece con la realización de esfuerzo físico.
3- Pérdida de conocimiento o síncope. Que produce una valvulopatía habitualmente avanzada como el caso de la estenosis aórtica severa.
4- Sensación de palpitaciones o pulso irregular, sobre todo en caso de enfermedades de la válvula mitral. Siendo frecuente que estos pacientes desarrollen arritmias como la “fibrilación auricular”.
5- Síntomas como la fiebre o el antecedente de una infección reciente en pacientes que desarrollan una endocarditis (infección de la válvula).
¿Cuál es el tratamiento de las valvulopatías?
El tratamiento en estos casos está fundamentalmente condicionado, podría decirse, por el grado de las valvulopatías:
- Las valvulopatías leves no necesitan tratamiento.
- Las valvulopatías moderadas suelen requerir un seguimiento más estrecho y en algunas ocasiones tratamiento.
- Las valvulopatías severas habitualmente requieren tratamiento médico, y cuando se cumplen una serie de criterios, tratamiento quirúrgico.
De forma general, podemos dividir el tratamiento en dos grupos:
- Tratamiento médico: que incluye a los fármacos que utilizamos para tratar determinados síntomas (diuréticos, antiarrítmicos).
- Tratamiento quirúrgico: se trata de un tratamiento definitivo y que incluye a varias técnicas como la reparación o el implante de una prótesis valvular.
Entonces, ¿Cuándo me tengo que operar de una válvula?
Durante el seguimiento, su cardiólogo le indicará cuando es el momento idóneo. De forma general, podemos resumirlo en dos situaciones:
- Cuando el paciente desarrolla determinados síntomas (disnea de mínimos esfuerzos, dolor torácico, síncope)
- Cuando el corazón comienza a “sufrir” por la gravedad de la alteración valvular.
En patologías como la endocarditis infecciosa, dependerá del daño ocasionado por la infección en el tejido valvular o la extensión a otras estructuras cardíacas.
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