Las altas temperaturas y el cambio de ritmo de vida durante las vacaciones, que se evidencia especialmente en hábitos como el sueño y la nutrición, son factores externos que podemos monitorear para que no incidan negativamente en el organismo, sobre todo en aquellas personas con riesgos o enfermedades cardiovasculares.
El incumplimiento de los tratamientos cardiovasculares en el verano aumenta un 20%., por eso desde Cardiotips queremos ayudarte a que no descuides tu corazón en esta época del año tan esperada.
Nuestra primera recomendación en este sentido sería asistir a una consulta a inicios del verano para ajustar la medicación, y obtener indicaciones específicas teniendo en cuenta el o los destinos vacacionales elegidos, en caso de que así sea.
Durante la época estival los malos hábitos alimenticios potencian la sensación de fatiga y cansancio, que unido a la ingesta de alimentos muy salados produce un mayor riesgo de descompensación de la enfermedad, especialmente en personas con insuficiencia cardiaca y problemas de tensión arterial. Evitar desórdenes alimenticios implica no solo preguntarnos qué comemos, sino cuándo lo hacemos. Tener en cuenta los horarios de las comidas para no causar trastornos en el metabolismo y protegernos ante el desarrollo de varias patologías, es otro factor a tener en cuenta durante el verano.
El consumo de agua en cualquier época del año es fundamental, no obstante, en esta etapa puede marcar la diferencia entre el disfrute a plenitud del verano y sorpresas no deseadas que puedan afectar los planes de un período vacacional en familia, pareja o amigos. Y es que el cuerpo tiene que hacer un esfuerzo mayor para recuperar la pérdida de líquidos debido al incremento de las temperaturas. Recomendamos consumir dos o tres litros de agua diarios.
Otro aspecto no menos importante es tratar de mantener la actividad física, siempre con la recomendación médica. Quizás es necesario reajustar los horarios para desarrollar los ejercicios en los momentos del día de menos calor.
Almacenar los medicamentos de consumo sistemático en un sitio fresco, seco, alejado del sol y donde los fármacos estén lo menos expuestos posible a altas temperaturas, para no convertirlos así en otro factor de riesgo.
En sentido general las personas con patologías cardiacas deben ser precavidas para poder vivir un verano sin contratiempos. Desde la Fundación Española del Corazón (FEC) se insiste en que los afectados refuercen estas precauciones durante los días de temperaturas extremas.
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